Aunque usted no lo crea... ellos son los galanes
La mesa sigue. Con la misma ironía, las mismas cargadas y los mismos afectos.Y también, cabe agregar, con el recuerdo y la presencia imborrable de Roberto Fontanarrosa, el amigo que dejó una silla vacía en el bar El Cairo y una sensación de desamparo en el alma de los rosarinos. |
"El nombre de la Mesa de los Galanes quedó porque así la bautizó el «Pelado» Reinoso, ya fallecido, que contaba algunas anécdotas de nuestros encuentros en un programa de radio que conducía por la noche. Luego, Fontanarrosa lo inmortalizó en un cuento, con el título del libro. Pero para él, en la intimidad era una mesa de saldos", recuerda Ricardo Centurión, también apodado el "Negro".
El humor siempre está presente y ésa es una de las enseñanzas que sobrevivirán en el café. En la mesa siempre se habló de política, fútbol, cultura, libros, mujeres, gastronomía, siempre con discusiones, ironías y mucho humor.
Guillermo O Keeffe, dibujante y amigo de Fontanarrosa desde los tiempos de la revista Hortensia , hace 43 años, se atreve a romper el mito: "No somos una mesa de notables. Nunca hubo solemnidad ni la vamos a tener ahora. Acá coincidimos gente de distintas procedencias, oficios, ideas políticas. El hilo conductor es la amistad"
La Mesa de los Galanes, esa mítica reunión de amigos que se aglutinan en torno a la figura de Roberto Fontanarrosa y mantienen el espíritu de El Cairo haciéndolo conocido más allá de los límites de la ciudad de Rosario es un fenómeno casi único. La mesa que llegó a la literatura, a los escenarios de los teatros y hasta al cine , con ellos como personajes partícipes de esa comunión diaria de ingeniosos personajes.
El encuentro de personajes retratados por la certera pluma de Roberto Fontanarrosa, es una de las tantas comprobaciones empíricas de que el culto a la amistad resiste contratiempos y almanaques.
Por el lugar pasaron de largo algunos personajes y otros se afincaron para siempre. El núcleo se mantuvo inalterable. Y la continuidad convirtió a la reunión en un símbolo de amistad.Lalo Puccio, da algunas referencias acerca de la mesa, sus concurrentes y cómo sobrellevan la mesa en sus vidas:
Allí no importa la filiación partidaria ni la pasión por un equipo determinado. Y hay de todo: abogados, ingenieros, médicos, músicos, odontólogos, periodistas, pintores. Todos los días, alguno de ellos hace el aguante en la mesa "Es casi una religión", define el Pitufo Fernández, otro socio pleno.
Por el lugar pasaron de largo algunos personajes y otros se afincaron para siempre. El núcleo se mantuvo inalterable. Y la continuidad convirtió a la reunión en un símbolo de amistad.Lalo Puccio, da algunas referencias acerca de la mesa, sus concurrentes y cómo sobrellevan la mesa en sus vidas:
Allí no importa la filiación partidaria ni la pasión por un equipo determinado. Y hay de todo: abogados, ingenieros, médicos, músicos, odontólogos, periodistas, pintores. Todos los días, alguno de ellos hace el aguante en la mesa "Es casi una religión", define el Pitufo Fernández, otro socio pleno.
La mesa, famosa desde hace más de 30 años en todo Rosario, hoy es junto al Monumento a la Bandera una de las mayores reliquias que conserva la ciudad.Una suerte de homenaje al Negro, indudablemente el objeto buscado por todas las miradas que quieren saber cual es la mesa de Fontanarrosa. De entre las decenas de fotografías se destacan algunas del Negro jugando al fútbol, en la mesa con sus amigos de siempre o junto a grandes famosos como Joan Manuel Serrat.
Galanes de cine: El seleccionado de galanes rosarinos acompañó a los protagonistas de "Cuestión de principios", la película que Federico Luppi y Pablo Echarri filmaron en Rosario. Los integrantes de la mesa, se sumaron a la película que dirigió Rodrigo Grande. El film es una adaptación del cuento del mismo nombre de Fontanarrosa en el cual Luppi interpreta a un empleado de una empresa que dirige el personaje de Echarri y cuya comisión directiva integran los "galanes". La película confronta a dos generaciones en un conflicto en apariencia nimia pero de enorme significación para el personaje de Luppi, Castilla en la ficción.
De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: me cagué de risa con tu libro. Esta es una frase del Negro Fontanarrosa que nos acerca un poco a su figura, no hay dudas que fue un grande al que seguimos haciendo referencia obligada, ya sea para hablar de fútbol, de mujeres o de malas palabras, o del Pasaje Marcos Paz, que es el más largo del mundo y se ve desde la luna.
Cecilia Maidana
Foto I: producción propia
Links fotos II y III:
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