miércoles, 27 de abril de 2011

De la universidad a los medios: La autogestión como alternativa ante la falta de oferta laboral.



(Grupo: M. Eugenia Arpesella, Martina Mazzía) 

El Eslabón es un periódico rosarino que surgió en 1999 como un proyecto estudiantil, en el seno de la universidad. Desde allí, los estudiantes y trabajadores de prensa que la forjaron, supieron tender puentes, vínculos y compromisos con lo que estaba sucediendo afuera, con la realidad exterior a la institución. Si se quiere, El Eslabón emergió en aquel momento con la intención de enlazar, como su nombre lo denota, dos realidades que no son o no deberían ser ajenas: el aprendizaje académico y el ejercicio mismo de una profesión que no tiene límites. El ejemplo o la alternativa que presupone un proyecto autogestionado, como es en este caso el Eslabón, invita a repensar los caminos a seguir respecto a la inserción laboral en relación de dependencia en los medios ya institucionalizados y, por otro lado, empezar a pensar de qué modo a través de la autogestión se hace sustentable el periodismo en tanto profesión, es decir, como un trabajo. Vale aclarar que el advenimiento de las nuevas tecnologías, que no hacen sino ampliar las posibilidades técnicas del quehacer periodístico, en estos términos no dejan de ser herramientas. Pero las preguntas emergentes entre los estudiantes de periodismo y los trabajadores de prensa y la comunicación que deambulan en los márgenes de los grandes medios concentrados es, dónde y cómo podemos trabajar. La experiencia del Eslabón es una –tan sólo una- de las respuestas a esta cuestión. El punto de partida es la organización, y el trabajo colectivo.
Juan Emilio Basso es uno de los miembros fundadores y actual director de El Eslabón, e integrante de la Cooperativa La Masa, denominada “Fábrica de comunicación autogestionada” que funciona actualmente en la ciudad y produce entre otras cosas, el portal de noticias Redacción Rosario. En primera persona Juane contó el origen de una experiencia que, después de 12 años, sigue en marcha.
“Antes de arrancar, mis compañeros y yo cuando estábamos en la facultad compartíamos discusiones sobre los medios de comunicación social en Rosario, dónde veíamos que todo lo que tenia que ver con la incorporación de periodistas o trabajadores de la comunicación a los medios, era más que de recepción, de expulsión. En ese momento se estaba profundizando el proceso de concentración de medios, encabezado por el grupo Uno de Vila y Manzano, así como el grupo Televisión Litoral. Es decir, que el mapa de la concentración de medios en la ciudad era la misma foto que la de hoy”, indicó Juane respecto a las condiciones tal como estaban dadas, una década atrás en la ciudad. Luego, profundizó:
“La concentración trajo consigo la expulsión de mano de obra, la flexibilización, y esa misma situación generaba las condiciones para una mayor disciplina miento de los trabajadores de prensa, en cuanto a un ajuste en las líneas editoriales de los medios, que forzaba a tener que negociar aún más esa discusión que tiene el periodista con la línea del medio, pero en peores condiciones. En ese contexto nosotros pensábamos que no queríamos ejercer ese periodismo. Queríamos tener la posibilidad de definir qué era para nosotros el recorte de la realidad que queríamos hacer, qué voces incluir y qué agenda pretendíamos construir. Por eso pensamos en hacer un medio propio, por un lado apostando a que sea un medio de vida, el lugar donde pudiéramos ejercer el periodismo que creíamos necesario y al mismo tiempo que sea una fuente de trabajo.”
Con un grupo de jóvenes estudiantes integrado por Julián Lafuente, Jerónimo Principiano, Matías Ayastuy, Rodrigo Miró y el mismo Juane Basso, nació el Eslabón que en septiembre del 99 sacó su primer número.

“En ese origen -explicó Basso- tuvimos una apoyatura muy importante de Gabriel Fernández, director del diario de las Madres, y también por parte de otros referentes de Rosario, Como Alfredo Montenegro y Carlos del Frade. En una instancia previa los consultábamos en cuestiones que tenían que ver con el quehacer periodístico, porque nosotros salvo la experiencia en alguna revista de una agrupación universitaria, no teníamos. Varios de mis compañeros militaban en el Pampillón, y yo en H.I.J.O.S , habíamos hecho nuestra experiencia de prensa pero dentro de esas organizaciones . Cuando la idea de este proyecto era que no fuese orgánico, sino un medio que apunte a instalarse en la ciudad como una alternativa de comunicación, por supuesto con criterios propios y objetivos y no desconociendo que la comunicación tiene una dimensión política muy importante y que es una herramienta que juega en el escenario del conflicto desde algún lugar y ahí nos posicionamos nosotros”.
Precisamente un año más tarde, en el año 2000 se inicia una nueva fase de la concentración de medios en la ciudad y a cuenta de ello, se desató un conflicto muy grande entre los trabajadores de prensa rosarinos y las empresas de medios. En este nuevo contexto, el Eslabón desde la solidaridad y el compromiso se posicionó como medio alternativo en apoyo a los trabajadores, en especial del diario El Ciudadano, con quienes a partir de allí, comparten hasta el día de hoy proyectos y realizan trabajos en conjunto.








"Algunos se integraron al proyecto del Eslabón, otros colaboraban con notas, incluso no sólo de El Ciudadano, sino también trabajadores de La Capital y en algún caso de Rosario 12 que encontraron en el eslabón un lugar donde, en ese contexto se hacia mucho más difícil publicar en los medios donde trabajaban. De repente empezó a aparecer un montón de gente con pseudónimos que tenían información que en sus lugares de trabajo no podían difundir. Algunos también asumieron el rol de editores y se involucraron en el proyecto para hacerlo crecer".

La gestión de un medio autónomo: De la Asociación Civil a la Cooperativa.

Luego de dar introducción a la experiencia de unos estudiantes en materia de medios, Juane apuntó sobre la recta final de la entrevista a las transformaciones que fue sufriendo el Eslabón desde la perspectiva de la autogestión y la posibilidad que se abrió de poder ejercer el periodismo como una fuente de trabajo.
“En determinado momento se hizo necesario darle un marco jurídico al periódico, para cobrar las publicidades e inscribimos a uno de los compañeros como monotributista y facturábamos así. Pero no respondía al espíritu del proyecto, entonces la discusión se centro en la alternativa de hacer una cooperativa o una asociación civil. La cooperativa en aquel momento nos implicaba muchos desafíos, sobre todo desde el financiamiento y un montón de procedimientos que de entrada nos dio miedo, en cambio la asociación civil respetaba nuestra idea del eslabón como un proyecto de comunicación y que no tiene como objetivo central lo empresarial-comercial, sino que además nos permitía desarrollar otros proyectos que tienen que ver con nuestra vocación de fomentar el desarrollo de experiencias de comunicación populares, colectivas. A partir de ahí, creamos la Asociación Civil Cadena Informativa. También con el tiempo esa figura que adoptamos nos presentó algunas limitaciones, precisamente en cuanto a que el Eslabón no generaba necesariamente una fuente de ingresos para los que la producíamos. Una asociación civil sin fines de lucro, no tiene como objetivo retribuirle a quienes realizan y sostienen la actividad, porque se trata de un objetivo comunicacional, desde el plano de lo ideológico. La cooperativa con el tiempo, nos pareció ser una alternativa que cruza ese límite que tiene una asociación civil, en tanto que la primera es ante todo una empresa, una empresa social gestionada por sus propios trabajadores, que tiene como objetivo generar puestos de trabajo.
La experiencia que estamos teniendo ahora, con la Cooperativa La Masa, encierra desde su concepción algunos debates superadores para los que vivimos la experiencia del Eslabón, y hay un vinculo muy importante porque los cinco o seis compañeros que formamos el núcleo que sostiene el proyecto del Eslabón, más allá de los colaboradores, todos integramos la cooperativa, pero sobre todo junto a muchos de los compañeros de El Ciudadano que conocimos en aquel contexto de conflicto con el Grupo Uno, sobre todo porque es allí mismo donde nace el impulso de organizarnos y trabajar juntos, apostando a crear nuestro propio medio”. 


7 comentarios:

  1. Muy buena nota. Es necesaria la autogestión y además que periodistas en ejercicio de la profesión interactúen permanentemente con esa instancia de trabajo.

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  2. Excelente nota sobre un excelente medio. Para los que transitamos por los treina y pico, el periódico El Eslabón significó la posibilidad de acercarse a un discurso diferente al mensaje monolítico que ofrecía el neoliberalismo durante la década de los 90. La política crítica, transformadora, no cabía en ningún medio y el Eslabón junto con contadas voces radiales le dio a Rosario islas para la reflexión y el compromiso social.
    Hoy la arena política está más convulsionada (e interesante) y la disputa se juega, obviamente, en los medios de comunicación. En esa disputa se ponen en juego las pasiones y covicciones de los propios periodistas y está bien, es inevitable. Ahora, lo único que debe persistir y respetarse es la verdad. No puedo mentir con tal de sostener y reforzar mi idea. Ese es el límite. Lamentablemente, ese límite es violado por el monopolio (cuya naturaleza precisamente es violar límites) pero también por aquellos que están en su contra. Para que los únicos eslavones que se rompan sean los que atan al pueblo a vivir de rodillas, que el Eslabón siga siendo el medio crítico, transformador que seguimos necesitando.
    Fabricio Navone

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  3. Si bien la autogestión es una alternativa a la hora de encontrar una salida laboral, siempre nos encontramos con el mismo problema: sólo podemos sustentar el espacio en el medio a través de la venta de publicidades, por lo que nuestro sueldo termina siendo por ser un gran vendedor y no un buen periodista.

    Calviello-Dotto

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  4. sin lugar a dudas, la autogestión debe ser considerada como una importante salida laboral alternativa

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  5. La autogestión es algo que destaca la labor periodística ya que creemos que se puede realizar una actividad más honesta e independiente desde un medio creado desde el inicio por los propios periodistas que la llevan a cabo. Es interesante y ayuda a incentivar las ganas de uno al saber que alumnos anteriores han podido llevar adelante un gran proyecto durante mucho tiempo.

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  6. Hoy en día la autogestión es una de las salidas más próximas o viables que tienen o tenemos los periodistas que, no tenemos la posibilidad de ser contratados por un medio. Es una buena posibilidad de trabajo pero como dijo un compañero mas arriba: “sólo podemos sustentar el espacio en el medio a través de la venta de publicidades, por lo que nuestro sueldo termina siendo por ser un gran vendedor y no un buen periodistas.

    CHIEZA - ELIZALDE - ANGELASTRO

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  7. Creo que la autogestión es posible. La organización de trabajadores para crear medios de comunicación es un desafio real y concreto, experiencias como la de "el eslabon" puede ser una. Aunque hacerlo posible a esto no tiene relación directa con la concepción de una Empresa Sin Patrones.

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