Laboratorio Multimedia 1
Trabajo Práctico Nº 1
Comisión A
Celina Chamorro
Rocío Pondal
Nicolás Costa
Francisco Costa
Un bloqueo sacado de contexto
El sábado 26 de marzo, pasadas las 22:30 horas se produjo un bloqueo por parte de trabajadores de la empresa Artes Gráficas Rioplatenses (AGR) que provocó duras reacciones y repudios frente a las plantas del Grupo Clarín que duró cerca de 12 horas, impidiendo la normal circulación del matutino junto al Diario Olé, del mismo multimedio, el día domingo 27. La protesta también perjudicó parcialmente la salida del diario La Nación.
Este hecho tuvo una connotación política durante la semana siguiente en la que se denunció un supuesto “ataque a la libertad de expresión” por parte del Gobierno hacia el monopolio Clarín, sumado a una “negativa” de la Ministra de Seguridad Nilda Garré tras una orden fiscal, para sacar, mediante la fuerza policial, a quienes impedían la salida de camiones de la empresa con los diarios impresos y una dudosa participación de Hugo Moyano, titular de la CGT en el acontecimiento. Voces de periodistas y opositores, comunicados de distintos organismos de prensa, hicieron ruido en esos días tumultuosos. Jorge Lanata, quien fuera uno de los personajes mas indignado con este bloqueo, se refirió al mismo “como una torpe maniobra del Gobierno”. Mientras que los jefes más significativos de la oposición elaboraron un informe en el cual claman por “Cuidar la Democracia”. Por su parte, organismos como la Asociación de Entidades Periodísticas (Adepa) y la Sociedad Interamericanade Prensa (SIP) también se manifestaron en contra de la protesta de índole gremial. El primero resaltó que “los valores republicanos se han resquebrajado en la Argentina” mientras que el segundo lo denunció como “un atentado agravado”.
Sin embargo, desde la propia empresa se buscó desviar el foco hacia otros extremos, sin mencionar la verdadera naturaleza del bloqueo. Luis Siri, delegado de AGR, que se encarga de la impresión de folletos que se insertan en los productos de la empresa, denunció la “falta de pagos de haberes” como así también el incumplimiento de la libertad sindical, a lo que se suma el no pago de horas extras, suspensiones y la presencia de personas de seguridad que impiden las protestas de los trabajadores y la plena actividad gremial que los derechos les son beneficiados.
Cabe destacar que fue el propio Hugo Moyano quien se desligó del hecho. Desde el Grupo Clarín intentaron endilgarle la presencia de miembros del sindicato de Camioneros. Sin embargo, el negó rotundamente esta acusación, alegando que los propias personas encargadas del reparto de diarios fueron notificadas acerca del bloqueo y de la respectiva imposibilidad de distribuirlos ese mismo día.
Otro de los actores principales en este suceso es la Ministra de Seguridad Nilda Garré. La UCR quiere realizar en su contra un juicio político debido a la negativa de cumplir una orden fiscal para sacar a quienes protestaban por medio de la fuerza policial. En su defensa, destacó que “el conflicto gremial lleva años de duración” y que había que actuar con “racionalidad para no alterar el orden público” ya que había familiares con mujeres e hijos también en la protesta.
Como expresó Garré, la protesta sindical en la empresa lleva años de luchas internas. En 1993, desde Clarín se estableció un plan sistemático de reducción de personal, en el cual se quitaron beneficios, agregaron horas de trabajo, baja de salarios y ante las posteriores denuncias sobre estos abusos se despedían a los trabajadores. En 2000 se implementó una practica similar a la ya mencionada. Esta vez fueron 117 empleados, tanto de Clarín como de Olé, los que fueron cesanteados. Al respecto, el ex delegado interno y abogado, autor de uno de los libros mas polémicos sobre la historia y los negocios de Clarín, “La Noble Ernestina”, hablo de Pablo Llonto, también se manifestó al respecto de la medida implementada por los empleados y esgrimió que para el “no fue el bloqueo” y que “si Clarín hubiese querido, habría sacado el diario por otro lugar”, dando a entender que la protesta benefició al Grupo con el impedimento de su normal circulación dominical alegando ese “ataque a la libertad de expresión”.
Cabe destacar que el Editor General de Clarín Ricardo Kirschbaum y el periodista de la empresa Ernesto Tenembaum, coincidieron en la falta de comisiones internas dentro de la empresa, que desde el año 2000 los trabajadores del Grupo se ven impedidos de tenerlas, a pesar de que están amparados por el artículo 40 de la ley 23.551 de la Constitución Nacional.
Lo que se trataba de un bloqueo hacia una de las plantas de Clarín por problemas sindicales, terminó siendo eje de debate sobre la supuesta falta de libertad de expresión en el país, la semana siguiente al hecho acaecido. Constantes denuncias por parte del Monopolio y personajes relacionados y ajenos a este, repudiaron el hecho como también fueron contra el Gobierno por no haber impedido que se realizara esta protesta. Los derechos de los trabajadores dentro de toda empresa, no solo Clarín, deben cumplirse y ejercerse dentro de un ámbito laboral viable hacia estas normas.
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