jueves, 7 de abril de 2011

María Soledad Morales: una historia sin fin

Pasaron trece años de aquel viernes veintisiete de febrero de 1998, cuando el tribunal integrado por los jueces Santiago Olmedo, Jorge Alvarez Morales y Edgardo Alvarez condenó a Guillermo Luque a 21 años de prisión y a Luis Tula a 9 años.

 

María Soledad
Y se cumplirán veintiún años de aquel ocho de septiembre de 1990, cuando María Soledad Morales, entonces de diecisiete años, fue asesinada.
Desde ese crimen atroz, Catamarca fue epicentro de marchas de silencio multitudinarias en reclamo de justicia, motorizadas por Ada Morales y la hermana Martha Pelloni. Una movilización que hizo tambalear y caer al gobierno de Ramón Saadi y a una dinastía política de cuarenta años: la provincia fue intervenida en abril de 1991 por el gobierno nacional y en diciembre de ese año el saadismo perdió las elecciones a manos de una alianza.
Hubo dos juicios orales. Algo nunca visto, el primero fue transmitido en directo por televisión: a cada testimonio controversial le seguía la prestación de algún involucrado, que espontáneamente concurría a refutar lo que había visto y escuchado y, si era posible, exigir un careo con el anterior. Las cámaras y una mirada atenta permitieron descubrir un gesto de complicidad entre dos de los jueces a espaldas del presidente del tribunal. La prohibición de la televisación, la renuncia de los jueces y la anulación del juicio precipataron el derrumbe de ese juicio, en 1996. Dos años después, un nuevo proceso, más prolijo, permitió la condena de sus culpables.
El caso y sus fantasmas regresaron el 12 de abril de 2010, cuando salió en libertad condicional Guillermo Luque, con respecto a esto habló la abogada de la familia Morales, Lila Zafe. El otro, Luis Tula, ya estaba en libertad. Hubo otros acusados por el crimen y pedidos de investigación por el encubrimiento, que llegaron hasta el propio ex gobernador Ramón Saadi y su entorno. Nada de eso prosperó: la investigación judicial languideció y hay quien no descarta que ese final fue fruto de un pacto político que le puso al caso un sello de cosa juzgada.

Elías y Ada Morales junto a la hermana Martha Pelloni

Aún la herida no termina de cicatrizar ya que en marzo último, Catamarca eligió como gobernadora a Lucía Corpacci (kirchnerista), vinculada al feudo que supo gobernar durante años el clan saadi.




Parecería que poco importa que una familia vinculada a la mafia alla vuelto a tomar el poder, mucho menos a la gobernadora electa ya que afirmó que el caso María Soledad "no fue coomo lo mostraron los medios". Las declaraciones de la misma no sólo fueron repudiadas por los padres de la joven asesinada sino también por la religiosa Martha Pelloni.

Monolito a María Soledad
 Su memoria sigue presente a la vera de la ruta 38, donde apareció su cuerpo, un monolito y una estatua siguen griatándole ¡NO! al olvido


Trabajo Práctico Nº1 - Comisión B - Guedón M. Florencia - Taborda Maira

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